jueves, 24 de diciembre de 2015

Los superhéroes, mueren.


Creo en los superhéroes De hecho, creo también en los héroes. He crecido rodeado de películas, cómics, canciones, videojuegos, libros (Muchos, muchos libros) que me hablaban de una clase de persona que te permite mirar arriba. Muy arriba.

He crecido con la idea de que hay personas que te van a levantar la vida, entendiéndolo como que van a hacer de ella algo más.

Entendí la figura héroe a los quince años.

Entendí, no obstante, la figura superhéroe, a los doce.

Y me pasé un tiempo buscándoles la diferencia, y creo que la encontré en algunos puntos:
-El héroe, no lleva a creer en él aunque caiga. El superhéroe no. Si éste cae, nosotros con él.
-Nunca se puede dudar de la moralidad del superhéroe. Nos va a salvar de lo que más tememos, por tanto, siempre va a ser bueno. El hérore, no obstante, puede hacernos dudar.

Y creo que la más importante, y la que más quiero explicar, es:



Creo que cuando somos pequeños, o muy jóvenes, tenemos que amarrarnos a algo. El mundo es hostil, y nos da miedo. Somos valientes, pero tememos lo desconocido, y tenemos por norma, y costumbre arremeter con estereotipos heroicos. De ahí, que de pequeño, tenemos siempre, aunque se niegue o se extienda, un verdadero héroe y un verdadero superhéroe.

Por simple afinidad temporal y afectiva, siempre va a tender a ser de la família. Una madre. Un padre. Un hermano. Una hermana. Hasta los abuelos y abuelas.

Creo pues, que crecemos, siempre dudando en si andar o no, pero con la coraza que nuestros superhérores y nuestros héroes nos procuran. Aunque no se den cuenta.

Pero.

Siempre hay que crecer. Y he llegado a mi idea, de que, los héroes, caen. Y los superhéroes, mueren.

¿Por qué?

El héroe nos va a ser los ideales que queremos imitar. La fuerza. La tenacidad. El amor y la bravura.
    Ej: La fuerza de una madre o un padre, frente a todo.

El superhérore, sin embargo, nos va a procurar lo que queremos ser. Lo que nos puede aportar como ser humano. La bondad. La luz. El sentido de la moral. El no olvidar quién es quién.
    El: La imperturbabilidad de un hermano a todo el mal que le rodea.

Si vemos a un héroe fallar, lo vamos a entender como humano. Podrá volver a levantarse, pero con cada vez que caiga, vamos a ver menos en él del poderoso señor de divina fuerza que nos acompañaba en las noches. Se levantará, siendo cada vez menos héroe, y cada vez, más humano.

Y.

Quizás la figura más bonita, necesaria y, a su vez, dolorosa. ¿Qué ocurre cuando un superhéroe falla?

Muere. Muere en nuestro interior. No porque no lo querramos. Si no porque ya  representa aquello que queremos ser. Quizás se ha ido. Quizás se ha marchado para no volver. Quizás, simplemente y con tristeza e inadvertidamente, ha cambiado.

Pero ya no es aquel ser que idolatrábamos.

Y duele. Una vez leí que hacerse mayor duele. ¡No! Hacerse mayor no duele. Duele ver desaparecer el mundo que te has edificado con tus sueños, tus metas, tus héroes, tus superhéroes y tu magia. ¡Eso es lo que duele!

No se trata de ir adelante o atrás solo. Se trata de cuando crees que  debías buscar tu camino, a la estela de personajes míticos que van a cuidar de ti, y ves que son tan o más humanos que tú. Ves como han caído y como tienes sus defectos. Ves las taras en sus actos y los fallos en su moral. Intuyes sus intenciones y, en ocasiones, te preguntas la gran, gran pregunta.

¿Debo creer en esta persona?

Y no. No se debe creer en héroes y superhéroes caídos. No, porque yo creo firmemente en las imágenes de aquellos que nos cautivó. Aquello que, en los peores momentos, nos levantó con fuerza t seguridad.

Y ahí quiero llegar.

Los héroes y superhéroes se van, pero lo que ellos representaban. La fuerza. La valentía. La incorruptibilidad. El coraje por lo bueno. Ello, siempre, siempre debe perdurar.

No por ellos. Todos vamos a caer algún día.

Pero cuanto más creamos en lo que nos enseñaron, menor sera la caída. Antes nos levantaremos y, por último, si algún día somos el héroe, o superhéroe de alguien, nos verá caer. Pero nos verá levantarnos con las mismas fuerzas, imperturbables de aquellos seres que, años atrás, nos protegieron de todo.

Porque un héroe, si cae, se levanta, más débil.

Pero si un superhéroe cae, muere por siempre.

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